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viernes, 31 de diciembre de 2010

FELIZ 2011

Ahora que ha pasado, no me imaginaba un 2010 como el que hemos tenido. Creo que ha sido un año especialmente duro en algunos aspectos, e inolvidable en otros asuntos. Y prefiero quedarme con este último concepto, porque las cosas difíciles siguen siendo superables. Tengamos optimismo mientras exista la ilusión y la fuerza. Decís que soy buen escritor cuando utilizo la prosa poética. Pongámonos la ropa de poeta entonces. Camináis sobre mis nubes de porcelana, dejáis semillas de amistad para no olvidar el camino. Encontré un hada digna del más azul de los príncipes. Toqué el agua que la tristeza de las princesas dibujaba sobre lienzos de terciopelo. Vi mariposas pintar círculos en las manos entrelazadas de los enamorados. Me vi reflejado en el espejo de vuestras sonrisas. Me sentí tan halagado que tuve que meterme piedras en los bolsillos para poder volver a pisar el suelo. Sé cómo es el cielo inglés, sé cómo son las palabras de la nostalgia, los silencios del cariño, la música de la ilusión. Mis ojos aprendieron a pintar las palabras con humo de colores. Mostré mi arcoiris en varios idiomas. Sentí tanto con todos vosotros que se me acabaron las palabras de agradecimiento. Me esconderé tras el silencio de las campanadas que, un año más, nos recordarán que el año que entra siempre puede ser mejor que el que dejamos. Gracias a todos por vuestras visitas. Feliz 2011.

Y al 2011 le pido lo mismo que al 2010. Libertad para MAG. Porque si a menudo me acuerdo de ti, en los días especiales, más aún. Sólo quiero eso. Estar en vuestra compañía y libertad para MAG. Feliz noche para todos.
ALTO RANGO DINÁMICO

No, no es que me haya leído otro libro en sólo dos días. Hubiera sido demasiado rápido. Simplemente, suelo llevar más de un libro a la vez, sobre todo si la temática no tiene nada que ver entre ambos libros. Y como la fotografía es algo que me gusta bastante, siempre que puedo, procuro leer sobre ella, aprender y divertirme. Gracias a este libro he aprendido muchísimas cosas sobre la fotografía que desconocía, y sobre todo, he aprendido a sacarle más jugo aún si cabe a mi cámara digital, que resulta que está preparada, como casi todas las cámaras de su gama e incluso de gama algo inferior, para disparar 3 fotos con distintas exposiciones sin que yo tenga que hacer nada especial. Ya se encarga la cámara de bajar y/o subir los valores de exposición necesarios (o velocidad) para captar las instantáneas y poder después obtener una fotografía en HDR, o lo que es lo mismo, usando el Alto Rango Dinámico. Gracias a este libro, muchas de las fotografías que he ido poniendo en el blog han tenido esa visión o aspecto algo distinto al que hubieran tenido si dichas fotografías no hubieran sido tratadas con esta técnica. Espero, con el tiempo, poder seguir leyendo libros de fotografía y aprender lo mucho que me queda por aprender. Porque siempre hay cosas que aprender en todos los campos, y en este, más que en ninguno. Coger la mochila de la cámara, colgársela a la espalda y salir en dirección a ningún lado, simplemente observando detalles a fotografiar es, para mi, todo un lujo. Y si este tipo de libros me aportan ideas, mejor que mejor. Qué ganas tengo que empiecen a ser los días más largos para tener más luz y poder disfrutar más aún del tiempo que la fotografía requiere. En fin, otro libro en mi cuenta particular.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

SER O ESTAR

Realmente, no sabemos si somos justos con nosotros mismos o con el prójimo; puede que no nos interese saberlo, o puede que no nos demos cuenta de las necesidades de aquellos que nos rodean. Entonces dudamos, en primer lugar, de si lo más importante es estar o lo más importante es ser. Podemos ser fieles a nosotros mismos, podemos ser como nos crearon, pero quizá no estemos en los momentos que nos necesiten. Puede ocurrir todo lo contrario; que estemos en todos los sitios que, supuestamente, quieren que estemos, pero que no seamos como realmente nuestro corazón quiere que seamos. Deduzco, por tanto, que es más importante ser que estar. Que debemos luchar por ser como somos sin cambiar y que si nos es factible, que estemos, pero que si no podemos, que no nos lo tomen en cuenta. Es por ello que cuando estoy en sitios falsos, que se sujetan por los átomos que flotan en el aire, que viven de la hipocresía, procuro pasar desapercibido porque en cierto modo me obligan a estar. No pierdo la esencia de ser al estar donde no quiero. Y ahí estoy, reflejado en una bola de dulce Navidad, retratándome a mi mismo. Estoy ahí porque es Navidad, y el árbol está presente. Porque el hecho de que no me guste la Navidad en exceso no significa que no posea un árbol. Si el árbol no estuviera, yo no estaría ahí. Pero seguiría siendo yo. Aún no felicito el año porque en estos dos días me dará tiempo a escribir un poco más. De todas formas, no me gusta felicitar a aquellos que se hacen mayores... bueno, ya sabéis como pienso.

martes, 28 de diciembre de 2010

CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Casi cien años es lo que he tardado en leerme el libro. Por muy buen escritor y por muy de Premio Nóbel que sea el libro, a mi me ha parecido bastante aburrido. A mitad del libro ya había perdido la cuenta de las generaciones por las cuales el libro va describiendo de los Buendía. Hay quien califica este tipo de libros de "Narrativa Mágica", o algo parecido, si no recuerdo mal. Reconozco que el libro tiene parrafos que pueden ser considerados como obras maestras, y que el autor tiene una mente privilegiada y una narrativa excepcional. No voy a ser yo quien lo descubra. Reconozco, por ello, que quizá también me ha faltado la concentración o el sosiego de leer el libro con calma. Pero aún así, soy incapaz de escribir ahora mismo un argumento o guión muy resumido del libro. Sólo sé que el libro habla de una familia muy peculiar, los Buendía, que fundan un pueblo llamado Macondo y que empiezan a procrear como conejos, y ya no sé si el libro termina hablando de los nietos, bisnietos o tataranietos de los fundadores de dicho pueblo. Entre tanto, pasan miles de cosas en el mismo a dicha familia, entre ellas no sé cuantas guerras civiles y otras cosas variadas, a cada cual más extravagante. Incluso no sé definir exactamente esta novela en ningún período de tiempo en particular. Al principio te piensas que está en una especie de edad media, pero luego resulta que existen el tren y otros objetos y artilugios no propios de ese tiempo. Quien sabe si en el futuro le pueda dar una segunda oportunidad al libro, pero como no me ha gustado mucho y se me ha hecho bastante largo, lo dudo bastante. Además, los diálogos brillan por su ausencia, y eso hace que el libro aburra algo más de lo normal. Al menos, desde mi punto de vista, como siempre.

lunes, 27 de diciembre de 2010

PAPA NOEL TAMBIÉN LLORA

Esta mañana lo vi llorar. Cargado de sentimientos y emociones, cada despedida desprende una lágrima sincera. Un año pasa demasiado rápido, y el trabajo con él. Pero se sabía. El trabajo duraba un año, y se acaba de cumplir. Y ahora, a buscarse la vida... pero ese es otro tema. Decía que Papa Noel también llora. Porque ha sido un año muy intenso, sufrido, y seguramente poco valorado por algunas personas. Pero ha sido un año increíble, inolvidable. Mi corazón se llena de corazones de otras personas, que ojalá pasen a ser siempre recordadas. Porque eso es algo que no podemos saber hoy en día. El tiempo lo dirá. Y el final llegó con la visita de un Papa Noel especial. Porque de nada sirve un ser inmortal que únicamente se deja ver una vez al año. Prefiero ser mortal y teneros toda la vida. Y ese debe de ser ahora nuestro objetivo.Esta sociedad impone normas. Tan estrictas, que deja algunos sentimientos demasiado vacíos, escasos de calor. El valor humano reside en el tamaño del corazón sensible. Del amor hacia el prójimo. De dar sin esperar nada a cambio. Y este año ha sido un ejemplo de todo ello. Lloré, reí, sufrí, compartí, escuché, consolé, ayudé... para nada fui el mejor. Simplemente fui. A mi manera, de la mejor forma que supe. Tampoco puedo repetir constantemente que es difícil que me cambien. A estas alturas no creo que se consiga mucho. Pero ahora pienso en la soledad de esos seres que un día fueron amados, que supieron aportar lo necesario para formar la mente de todos y cada uno de nosotros. Espero que no sean abandonados a su suerte. Merecen mucho, muchísimo, de esta sociedad, de esta vida, corta y cruel, que para nosotros ha durado un corto, cortísimo año, pero que para ellos, será siempre una eternidad. La misma en la cual nos encontraremos...

Un buen docente no sólo debe saber enseñar; también tiene que tener un gran corazón y una sonrisa siempre en la boca. Así te recordaré, y no como el Papa Noel que un día vi llorar...

sábado, 25 de diciembre de 2010

LA MANO DEL DESTINO

Caminando por las calles de la ciudad, echo la mirada atrás y observo los cambios acaecidos. Las tiendas han cambiado, los rincones del lugar tienen distinto aroma, quizá el mismo color. Tras una Nochebuena normal, ni mejor ni peor que cualquiera, el día siguiente vuelve a recordarnos nuestros momentos. Una Navidad en la cual, a pesar de todo, tampoco cambió en demasía nuestras vidas. Me impactó mucho ver a mi abuelo tumbado, en el suelo, ya muerto, cuando acudí al lugar en donde había fallecido, mas o menos a esta hora hace hoy justo catorce años. Pocas cosas nos pueden sobrecoger hoy en día. No recuerdo la celebración que tuvimos en casa aquella Nochevieja. Cinco días después del entierro de mi abuelo. Lo que sí recuerdo es que estuve triste, pero animado a la vez. Después de las uvas, estuve un rato con el ordenador. Por aquél entonces, estaba estudiando. Pero tenía un encargo pendiente y debía hacer unos diseños. Y me pareció triste acostarme, así que aproveché para trabajar en ello. Hay cosas que no cambian, y el que es como es, seguramente, siempre será así. Al año siguiente, volvieron a llegar estas fechas, y las cosas se mantuvieron igual. Los mismos mantecados, las mismas comidas y bebidas... y una persona menos. Como cada 25 de diciembre, la Navidad se encarga de recordarnos que la gente se muere el día que le da la gana. Es como elegir el momento en el cual decidimos empujar nuestros destinos. Ni siquiera podemos decidir el día más importante de nuestra vida... el último día de nuestra vida. Podría ser hoy...

jueves, 23 de diciembre de 2010

UNA MIRADA ANGELICAL

Malditas fiestas, que nos privan de tiempo y nos otorgan momentos indeseados. El negro se hace color en el blanco de tus ojos. De mirada angelical y tacones punzantes de ira; de zapatos desnudos con la piel del engaño. Quiero vestirme del dulzor de los cisnes, caminar sobre el agua con bastones de hojalata, chapotear en la ilusión de mi sonrisa taciturna. Quiero sentir que sientes mis sentidos; que entiendes mis caprichos; que buscas los momentos que tienden a estar guardados en ese armario que tienes donde se esconden las estrellas. Esas que sólo se ven cuando apagas la luz. Porque nadie es peor que yo, ni yo peor que cualquiera; quisiera guardar tu voz en la belleza de tu acuarela que pinta mi triste flor en un bote color certeza. Y encontrar un lugar donde abrir ese bote con tu voz para no tener que guardarla en mi memoria. Que es limitada. Y que sin ti, no es nada. Recuerdos mermelada. Pegajosos. De triste dulzura y aroma reseco. Como el bote abierto de tu voz, que se escapa por el aire, viaja con el viento y trata de escaparse sin aprovechar el momento invisible que se centra en cruzar tu mirada angelical. Mirada de Navidad. Triste Navidad.

martes, 21 de diciembre de 2010

I THINK I LOVE YOU TOO MUCH

No. No voy a poner un enlace a la canción que tiene como título el mismo que esta entrada. Ya sabéis de quien es. No comprendo el hecho de que tengas que entender la letra de una canción para que sea buena. Nadie tiene la culpa de que existan tantos idiomas. A veces pienso en inglés. Cuando me dicen palabras, frases... mi cerebro inquieto tiene la necesidad de traducir al inglés lo que acaba de escuchar. No he estudiado en ninguna academia de inglés ni tengo ningún tipo de estudio oficial en este idioma. Simplemente se me da bien. El primer año de instituto me costó, pero después vino todo rodado. Hasta el punto de obtener un notable en inglés en COU sin estudiar nada. Desde entonces no he vuelto a estudiar nada de inglés... y ya han pasado 18 años. Lo único que me falta (y es obvio) es tener más vocabulario y un poquito de práctica. La verdad es que me encanta el idioma inglés. El manejo de la informática, todo en inglés en sus comienzos, y mis gustos musicales, han ayudado mucho. Saberse de memoria todas las canciones de Knopfler también ayuda. Existen títulos de canciones que prácticamente te dan frases hechas, y algunas de las letras, igualmente, se me quedan grabadas. "I've seen desperation explode into flames, and i don't want to see it again... down the Telegraph Road". Canciones con títulos como "Love Over Gold", "Down to the Waterline", "Water of Love", "I Think I Love You Too Much", "You and Your Friend"... y muchas de las frases de dichas canciones, geniales, hacen que cada vez me guste más este idioma. Malditas empresas, que piden títulos para todo...

lunes, 20 de diciembre de 2010

UN LARGO CAMINO

En algún momento de nuestras vidas, decidimos emprender un largo camino. Literal o metafórico. Los caminos existen desde que damos nuestros primeros pasos. Y siempre estarán ahí. Mi timidez se expresa con el silencio, que es más fuerte que la osadía de mi valor. Es extraño. Llevo varias semanas examinando este comportamiento. Mi exceso de timidez hace que hable menos de lo habitual. Consideremos habitual lo que puede hablar un hombre o mujer normal dentro de un grupo de amigos. Más adelante, termino por coger confianza. Entonces, mi timidez se transforma en charla. Conversación. Hablo más de lo que jamás hubiera podido pensar que pudiera ser capaz de hablar. Eso es naturalidad. Nada indiscreto, eso sí. Llego a hablar tanto que se me olvida algo fundamental en mi. Escuchar. Porque mi timidez ha reforzado esa cualidad. Escucho con atención todo lo que me dicen. Ofrezco ánimos, apoyos, consejos. Pero con aquellos que pierdo mi timidez, me convierto en algo egocéntrico. Es cierto que todo tiene sus ventajas y desventajas. Lo importante es darse cuenta, y en ello estamos. Soy el primer crítico conmigo mismo. Este es otro camino que me queda por recorrer.

domingo, 19 de diciembre de 2010

FURIA DE LEÓN

Nada muy especial es demasiado importante. Nada importante es tan especial. Cansado de la rutina, hay quien critica por criticar. Simplemente porque las cosas no son como nos gustaría que fueran. Pero eso nos pasa a todos. No podía imaginar que se pudiera ser tan ingénuo. Síntomas de la comodidad. A pesar de las dificultades. La madera puede ser más fuerte que el metal si sabemos cómo utilizarla. El dolor vive en mis bolsillos, el silencio se rompe con el aleteo de tu esencia y el amor se rodea de la hipocresía disfrazada de verdad. Nos pensamos invencibles, que todo lo podemos, que nada nos hace sombra, que los demás están a nuestras órdenes, que son fácilmente manejables. Aún cuando se nos nota en la expresión de nuestras cejas, en la forma de mirar. No hay más ciego que el que no quiere mirar; o el que no se deja ver. Caminos paralelos, pero de distintos sentidos. Caminos envueltos en pasos de plata, zancadas inertes, corazones andantes, almas distantes. Caminos recorridos con pasión itinerante, deslumbrante, llena de ilusión. Férreos. Duros. Furia de león.

sábado, 18 de diciembre de 2010

ESPERANZA

Quizá hubiera podido estar allí. Quizá no. Ahora no quiero pensar si ha sido un no querer o un no poder. No serviría de nada. Como cada 18 de Diciembre, se celebra el día de la Esperanza. Y la mía reside lejos, y no es tan fácil disimular su ausencia. Este año, la portada del boletín de la cofradía muestra una foto realizada por un servidor. Y no sólo la fotografía de portada. El interior está plagado de fotografías que han salido de mi cámara. Incluso hay un texto. Es irónico, cuando menos, que aún no haya visto el boletín físicamente. Únicamente en formato digital.

Y ahora me pregunto si aquellos por los que tanto hacemos saben que en realidad hacemos tantas cosas por ellos. Es posible que no lo sepan; puede que prefieran no saberlo. O puede que lo sepan pero que se hagan los locos. Todavía no entiendo cómo es posible que alguien que nos quiere nos prohiba algo o nos obligue a hacer algo. Bueno, no quiero volcar en estos días mis reflexiones en el blog. Estoy más animado y no quiero encontrar motivos para el desánimo; ni el mío propio ni de quien me lee. Sólo quiero invitar a la reflexión acerca de la definición exacta de lo que es el equilibrio entre dos o más partes. Un equilibrio justo, sostenido por todas las partes por igual, sin buscar excusas y poniendo cada parte de lo mejor que tiene. No hace falta ser como tu vecino. Sólo hay que intentar comprenderlo. En este fundamento es donde mi Esperanza se mantiene intacta...

viernes, 17 de diciembre de 2010

SINFONÍA

Sinfonía de amor con múltiples colores. Tonalidades que abundan, que debemos buscar, en cada rincón, en cada calle, donde puedo ver tu rostro por el cálido color de las nubes derrotadas, vencidas por el viento que las esconde del sol. El universo nos hace diminutos, los insectos nos hacen enormes. Mis sentimientos me hacen débil, variable, cambiante por una simple brisa. La que mis pestañas provocan en el infinito de mi alma. Cuentos que son cuentos, historias por vivir, imágenes por recordar, tonos imposibles de guardar. Que mi memoria tiene mil besos y mis besos, humildes son, de finito sabor, de incalculable valor. Y mi timidez viaja por los abrazos que reparto, y se impregnan de la amistad de quien los recoge. Mi amistad tiene el precio que los demás quieran pagar; no quiero robar la razón de la gente sin compasión. Vive quien quiere y muere quien puede. Si quiero y no puedo, contigo me quedo. Que no. Me resisto. Aunque me duela; que guardé cada beso que me diste en un lienzo de amapola, y la pinté de girasol, para ver el amarillo buscando tu sempiterna viva luz; tu brillo. Tu calor. Tú. Y nadie más que tú. Porque así soy yo... con mi imaginación. Como las fotos llenas de pinceladas de fresa y de cosquillas saladas.

jueves, 16 de diciembre de 2010

EL ESPEJO MÁGICO

El invierno no tardó en llegar. Los árboles se quedaron sin hojas y se acortaron los días. El invierno adoraba aquel lugar donde los niños disfrutaban del frío. Al caer la nieve, la alegría se desató. Los niños buscaron sus patines y trineos. En aquel pueblecito, cuando caía la nieve, se instalaba un espejo gigante, colosal. Una vez construido, se veía nieve por todas partes. Hacia arriba, a lo lejos, al final de las calles… siempre la nieve. Ésta, al reflejarse, producía un efecto increíble, y los niños, disfrutaban con aquella tradición del pueblo; y al llegar la primavera, el espejo conseguía alargar la vida de la nieve. Duraba meses; en los tejados, en los árboles, en las chimeneas… y el paisaje era todo blanco y nevado, con un tremendo frío. Si necesitaban algo más de nieve, abrían unas compuertas del techo y la conseguían del exterior.

Un día, un accidente hizo que el árbol del centro del pueblo se derrumbara. El espejo no aguantó su peso y cayó al suelo. Los vecinos se refugiaron en sus casas y al regresar al exterior vieron las montañas totalmente cubiertas de nieve. Subieron a éstas, que rodeaban el pueblo y se lanzaron, jugaron y disfrutaron de la nieve como nunca. La belleza de la naturaleza no hay que buscarla. Sabe mostrarse por sí misma.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

DESDE EL PRIMER DÍA

Me dueles desde el primer día. Nada es bueno hasta que se demuestra su maldad. Me comparas con la aspereza de tus paredes. Me atraviesas con la mirada de la razón. No todos podemos volar en tus sueños; pero sí que os ahogáis todos en los míos. Quisieras desprender flores de melodías imposibles; de sonidos inimaginables. Pero nadie gana en las batallas perdidas. Aquellos que se creen vencedores, pierden hasta el orgullo. De pequeño, solía escuchar mucho aquella frase que decía que teníamos que tenernos amor propio. Mucho amor propio. Razón no les falta. Aunque yo me pregunto si antes al amor propio debemos respetar el amor a los demás. Una nueva duda que divaga en mi. Ni siquiera sé si ésto último está bien dicho. Desde el primer día me esfuerzo por el amor. Propio o a los demás... que más da. Quizá ni siquiera haya diferencias entre ambos. Quizá sean el mismo. Desde el primer día que intenté comprender esta palabra. Pienso en todos y reflexiono. Es una nueva cara de mostrar egoísmo. Decir que nos quieren cuando sólo se quieren ellos. Original manera de definir el desprecio.

martes, 14 de diciembre de 2010

CON CARA DE TONTO

Así me quedo algunas veces ante las reacciones de nuestros semejantes. Reacciones incomprensibles que no logro entender. No es que esta escultura en la sandía tenga cara de tonto... pero sí que es parecida a la que a mi se queda cuando escucho o veo ciertas cosas. Y uno, por bueno, prefiere dejar las cosas como están en vez de liar un picatoste. Quizá no sea por bueno, sino por tonto. Después se me pasa todo ese rencor que dicen que tengo y soy incapaz de obrar de la misma manera, de actuar de la misma forma con la que actúan conmigo. Me acosté muy cansado y con un dolor constante, aunque aún no muy fuerte, en el costado derecho. A las 5 de la mañana mi cerebro despertó mi cuerpo ipso facto porque era consciente de lo que estaba ocurriendo: me hacía "pipí" en la cama. Me levanté y el dolor seguía en su sitio; cinco minutos después, el dolor era tan fuerte que no sabía si echar a correr, tumbarme o pegarme un tiro. Decido irme a urgencias en cuanto se me calma un poco y me dicen que son síntomas de un cólico nefrítico. De hecho, hay sangre en mi orina... Estupendo. Y ahora es cuando debería decir por qué se me ha quedado cara de tonto. Pero me lo voy a callar. Ya mismo me voy a trabajar y tengo que acudir hoy a mi médico. Ahora tengo que beber agua hasta por la nariz...

domingo, 12 de diciembre de 2010

BUSCANDO EN NUESTRO INTERIOR

La mayor parte del tiempo nos estamos buscando a nosotros mismos. Examinamos nuestro interior. Nuestra paz. Nuestro espíritu. Emitimos juicios de valor acerca de lo que está bien o de lo que está mal. De lo que hacemos bien o de lo que no hacemos tan bien. Quizá es que no queramos hacerlo. Y ni siquiera recibimos las gracias. Con lo cual, llegados a este punto, me entiendo y me comprendo. Algunas cosas hasta me salen demasiado bien. Sorprendente. Otras no me salen. Yo no lo comprendo, aunque todo depende del punto de vista, de la perspectiva. Otros no lo comprenden, da igual la perspectiva. Obstinados hasta la médula. Aún así, es normal sentir lo que siento. Si alguien espera que un árbol de frutos sin cuidarlo y sin regarlo, es que vive en la ignorancia. Cuando menos, no puedo dejar de pensar que es un iluso. Por eso, me miro, me examino, y procuro dar lo mejor de mi. Y cuando algo no me sale, será por algo. Mi conciencia está sana, por lo que dejaré de preocuparme por ella; aunque mi estado de ánimo está sumamente afectado. Es inevitable. Hoy tuve un sueño: soñé que era amado por encima de todas las cosas; éramos iguales, y mutuamente nos entregábamos el uno al otro. Y al despetar, descubrí la verdad verdadera. Que por mucho que me amen, ellos se aman aún más. Así es imposible tener un amor sincero. Ya me lo dijo alguien alguna vez... qué corazón se está perdiendo el mundo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

VIRUTAS DE MADERA

Mis minutos son momentos de confusión manchados por tu amor. Mis minutos son como virutas de madera que se esparcen por el aire cuando soplas sobre ellas. El tiempo no existe salvo en el disfrute de tu compañía. Y nunca al revés. Cansado de caminar. Deambulando por el camino de tus inocencia. Ingenuidad o insensatez. De cualquier manera, errando a cada paso otorgado. Virutas de madera sacadas de las astillas que producen las heridas en mi corazón; de los golpes que desprenden bondad, o quizá maldad, o quizá indiferencia. Los golpes, golpes son. Y de una u otra manera, suelen ser dolorosos. Polvo serrín ignorado por el aire en cada ráfaga que dejamos atrás, por las prisas, por las razones, por los sinsabores de tus emociones; que los corazones no van de la mano si el dolor no los une. Empujar constantemente es agotador. Y algún día, por mucho que empuje, no conseguiré avanzar ni el grosor de una viruta. Ese día, no huiré, no correré hacia ninguna dirección, ni me esconderé... simplemente daré media vuelta y comenzaré a dar saltos por los raíles de la vida.

jueves, 9 de diciembre de 2010

DOLOR DE MADRE

El llanto de una madre no tiene explicación. Todo mal que le suceda a un hijo, provocará llanto en una madre. Aunque el verdadero llanto es el que se le tiene que disimular a un hijo para que éste sea feliz.
Inmersa en sus pensamientos, escuchando la lluvia, no se percató de unos pasos que se acercaban a toda prisa hacia donde estaba ella.
- ¡Abuelita, abuelita, ya sé lo que es el llanto! - era su nieto el que gritaba mientras entraba corriendo en la habitación.
- ¿Y quién te lo ha dicho? - le preguntó ella.
- Me lo ha dicho el abuelito. El llanto son las lágrimas cuando lloras... - añadió rápidamente.
- Tienes razón, hijo. Yo es que no me acordaba, que estoy ya muy mayor - le contestó. En aquel momento, su llanto era interno. Tres años sin su hijo eran demadiados para ella y demasiados para él. Giró el rostro hacia su nieto y, mientras una lágrima caía por una de sus mejillas, pudo esbozar una pequeña sonrisa. - Has salido a tu padre - dijo finalmente con un tono alentador.

El niño no entendió aquella frase, pero se acercó a su abuela y se quedó mirándola unos segundos, muy fíjamente a la cara, con las púpilas muy quietas. Seguidamente se subió en sus rodillas y la besó debajo del ojo izquierdo.
- Tenías llanto, abuelita. Pero te lo acabo de quitar. ¿Nos vamos a dar un paseo? A la ventana también se le quitó el llanto.

Porque sentir sin amar no es sentir, es llorar. Es saber disimular el dolor de la tortura de aquella quien procura su propia felicidad. El peor llanto es el del silencio. El silencio... auténtico dolor de madre.

Dedicado a aquellos que sufren el cáncer infantil. Por una infancia digna.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

MUÑECOS INFELICES

A veces me pregunto si somos quienes realmente queremos ser; si vivimos lo que deseamos vivir; si sentimos lo que buscamos sentir o sentimos lo que los demás quieren que sintamos. Creo que el cinismo en el que vivimos da paso a la incongruencia en determinados momentos. Quieren que seamos felices y no se preocupan por ello. Es más, me atrevería a decir que buscan nuestra propia felicidad procurando conseguir la de ellos mismos. Sinceramente, es la forma más patética de ir en sentido contrario. O puede que la ignorancia sea tan grande, de tal magnitud, que ciegue por completo la visión del infeliz. Quiero que seas feliz, pero primero voy a ser feliz yo y si tú no lo eres, te jodes. Parece ser que la mente tan despierta de la gente que actúa de esta manera, tiene grabados estos pensamientos en la frente. Hay situaciones que se me escapan, no todo se puede controlar. Pero lo evidente termina haciendo daño, y si un bote de cristal se nos cae al suelo todos los días, llegará el día en que se termine rompiendo en mil pedazos.

martes, 7 de diciembre de 2010

AÑORANZA DE COLOR ROSA

No sabría definir de forma muy correcta el significado de la palabra añoranza. La añoranza podría ser una hilera de bancos vacíos esperando contar los secretos de la experiencia. Podría ser el deseo de retornar a los años en que nos sentimos jóvenes. Años melancólicos en tonos grisáceos u oscuros en los que no hacía falta recordar. El presente no se alimenta de recuerdos inexistentes. Nos vemos en la obligación de cambiar por nuestros hijos, y por los hijos de nuestros hijos... y así hasta que, un día, vemos el color de la añoranza. Y entendemos a nuestros mayores, que nos contaban sus "batallitas"; en realidad, nos estaban dibujando una añoranza de color rosa. Ni muy triste, para no hundirnos en la miseria, ni muy alegre, para no hacernos perder de vista la cruda realidad. Pero, al menos, con cierto optimismo. Los ciclos se repiten, y volveremos a vivir momentos desagradables por los cuales ya hemos pasado. Y dichos momentos, los vivirán por nosotros; mientras tanto, en cualquier plaza, en cualquier calle, los bancos seguirán vacíos, esperando a ser ocupados por personas que sepan el significado de la palabra añoranza. Difícil de explicar; fácil de entender. No hace falta perder personas queridas, o cosas queridas, para percibir lo que es la añoranza. Es suficiente perder un simple recuerdo. El olvido de la añoranza nos hace llorar en el alma de quien fue niño al menos una vez en la vida. Y algunos aún seguimos siendo niños ingénuos...

lunes, 6 de diciembre de 2010

CRUCE DE MIRADAS

A cada ilusión, un viejo paso por caminar. A cada paso, una pizca de soledad. A cada soledad, una cantidad inmensa de dedicación. A cada dedicación, una mente con alma de devoción. A cada devoción, una vida por delante. Que las vidas por detrás forman parte del olvido, y los olvidos despiertan el rostro de la niñez. Que el amor pasea de las manos, y vuestras manos no entienden de desamor. Que tus ojos no se pueden ver si no se los quieres abrir de par en par. Sin mirar, no se pueden abrir. Sin sentir, no se pueden tocar. Acariciando los susurros que la lengua dibuja sobre la piel. Que la frialdad de ésta confirme vuestro amor, sobre seguro, con paso firme, apartando el otoño dibujado en forma de hojas tristes que se juntan para evitar ver triunfar el invierno de vuestra bondad. No os esperéis toda la vida. Que los lamentos no están hechos para los enamorados, callados, quietos, llenos de intentos por encontrar la felicidad. Que los lamentos no sufren la inmensidad de vuestros corazones. Y vuestros corazones no desean sufrir más, sin enseñar la felicidad que son capaces de demostrar. Porque no me cabe duda... os merecéis felicidad.

Con cariño, para Mayte y Anto.

domingo, 5 de diciembre de 2010

LA PRINCESA PROMETIDA

Seguramente, si la música de esta película no fuera de quien es, jamás la hubiera visto. Debe de existir alguien muy sabio que las cosas hacen que sean como son para que nos demos cuenta de ello. Ahora que estamos en la "Pre-Navidad", abundan películas de este tipo en las distintas cadenas televisivas que llenan la parrilla y nos recuerdan que la Navidad, en la televisión, también es igual año tras año. Esta película marcó toda una época personal. Se convirtió en clásico durante unos años en las fiestas navideñas, y no descarto que este año la vuelvan a poner... lo cierto es que no es una gran película ni tiene una gran historia detrás. Pero esta película dice mucho de mi. De mi forma de ser, de mi forma de pensar. De lo que es el amor o de lo que puede ser. Y sobre todo, de lo que puede ser una gran historia con una pequeña dosis de imaginación. Ni que decir tiene que la he visto infinidad de veces y que la volvería a ver otra infinidad de veces; por supuesto, forma parte de mi pequeña, pequeñísima, filmóteca. Y es que hoy me he levantado nostálgico; pensando en que la Navidad está ahí, a un par de zancadas, y esta película está en el televisor de mis recuerdos, con toda la familia pululando por la casa, mi madre sentada cosiendo, mi padre atareado, mis hermanos acompañando cada momento y mi abuelo... vivo. Porque la importancia de las cosas importantes reside en pequeños detalles.

viernes, 3 de diciembre de 2010

LA IMPORTANCIA DE SER NADIE

Hay quien necesita sentirse importante aún sin ser nadie a tener en cuenta. Son gente que recalcan sus gustos una y otra vez, otorgan méritos a cosas banales y sin importancia por el simple hecho de que les ha ocurrido a ellos y no a los demás. Sobre todo, presumen de regalos que ellos jamás harían, ni siquiera se molestarían en comprar porque lo creen innecesario para la vida. Pero, una vez que se lo regalan, le dan tal importancia al regalo que parece que los demás debemos estar eternamente agradecidos por el simple hecho de poder compartirlos. Esa es la importancia de ser nadie. No querer algo, pero presumir de ello cuando te lo regalan. Hay otras formas de sentirse importante sin ser nadie. Insistir en cosas obvias hasta que te den la razón, imponer un estilo de vida o creerse en posesión de la verdad sobre un estilo de vida o no escuchar consejos aunque éstos sean por el bien de estas personas importantes, de éstos mismos. No importa. De todas formas, no son nadie. Es mejor no ofrecer consejos ni regalar sonrisas a este tipo de personas. Porque pensarán que intentas ser más importantes que ellos. Y el orgullo que desprenden los dejará ciegos e incapacitados, y eso, alguien importante, no puede dejar que ocurra. Dejemos que sigan siendo estátuas sin cabeza...

jueves, 2 de diciembre de 2010

PALABRAS PARA TODO

Una batalla dialéctica la doy por perdida desde el principio. Forma parte de mi propia naturaleza. Pasado un tiempo, se me pueden ocurrir mil argumentos con los que hubiera podido refutar todo aquello que se me echaba en cara. Creo que no merece la pena. Aún así, no niego que la gente pueda tener razón. De hecho, en este caso, tiene bastante de razón. Pero siguen sin ver sus propios defectos. Yo reconozco los míos... y la gente, ¿sabe ver los suyos? Vamos por partes. Primero: no he cambiado. Sigo siendo el mismo. He madurado sin perder pizca alguna de mi ser. Lo segundo: mentiría si dijera que no he modificado ciertas conductas. ¿Quién no lo ha hecho cuando quiere conseguir algo? ¿Interesado? Probablemente... Pero ese interés también lo han tenido otros para conmigo. Con lo cual, quedamos empate. Tercero: el respeto es fundamental; sobre todo a mi forma de ser. Si no estuviera seis horas delante del ordenador navegando, leyendo, escribiendo, retocando fotografías... estaría seis horas con un libro físico, inventando mundos de papel, fotografiando imágenes inverosímiles o creando las reglas de cualquier ficción, paseando, imaginando historias. Cuarto: si quieres un regalo, espera a que te lo den. Si te impacientas, te darán el regalo que no quieres y te lo darán mal. Sabrán dártelo, pero a veces, la impaciencia nos mata. Y quinto, y más importante: Valoremos lo que tenemos. Que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Darle amor a un perro no es tenerlo bien alimentado, aseado, abrigado cuando hace frío y mimado... quizá sólo quiera que le quitemos la correa del cuello.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

UN CORAZÓN DE CERA

Batallas sangrientas llenas de fuego. Dolor lleno de espanto. Así nos podemos mostrar ante el más mínimo miedo. La cera es sensible al calor, como mi corazón lo es al dolor. Pretendo tener la fortaleza de una vela grande, majestuosa, presidiendo cada uno de los actos de su existencia. Consumirse poco a poco, llegar hasta el final, lentamente. Y apagarse. Dejando un fino humo testigo de su ya inexistencia. Pasando a formar parte del pasado. Difuminándose en el aire. Pero no nos dejan. Sabiéndonos frágiles, nos dan calor por todas partes. Ese dolor nos derrumba. Partes de nuestra alma caen como gotas calientes, y se solidifican en el lugar menos adecuado. Nos derrumbamos. Una y otra vez. Formamos una masa deforme sin sentido, sin fuerza, inútil. Nos derraman en cualquier lugar. Sin cuidado. Montañas de cera que antaño fueron corazones valientes y cálidos, y ahora son corazones sin fuerza, debilitados por el egoísmo que campa a sus anchas. Ese egoísmo que destruye la más fuerte de las velas y lo convierte en un montón que ya no servirá para nada. Quizá para recordar la fuerza que un día llegó a tener; pero que el fuego descuidado de las almas impuras terminó por derrumbar.

martes, 30 de noviembre de 2010

EL LABERINTO

Me quedé en silencio escuchándote llorar. Tus lágrimas brotaban mostrando la mejor de sus sonrisas. Ni el más fuerte de los vientos las pudo arrancar de tu rostro. De manera voluntaria, una a una, fueron lanzándose al vacío de la desesperación. A tus lagrimas nadie les preguntó si querían nacer... a mi tampoco. Me quedé mirando con la nariz tocando el cristal. El vaho me hizo perder poco a poco la visión. El laberinto seguía inmóvil en mi cabeza. Cada vez lo tengo más claro. Las personas no cambian. Sólo modifican su conducta, movida por los hilos del egoísmo. Me tenía que haber mostrado desde un principio tal y como soy. Ese ha sido el gran error. ¿Que quien soy? Creo que ya lo sabéis. Soy un muchacho normal, que sólo busca vivir en paz, con la libertad necesaria, ni más ni menos. Me gusta vivir, sentir, imaginar y soñar. Me gusta ser dueño de mis actos. Me gusta ser fiel, querer y amar. Me gusta respetar mis gustos a los demás. Me gustaría que me los respetasen a mi. No me gusta el chantaje. Que los laberintos son nubes con paredes de metal; que no existe suelo donde pisar, ni esquina por torcer donde pueda olvidar la sonrisa de esas lágrimas que tan fácil sueles mostrar. Esas nubes de tu brisa son las que me impides tocar. Y si no existe el respeto, no existe la libertad; entonces dime, vida mía, dime en quien confiar...

lunes, 29 de noviembre de 2010

CLAROSCURO

Mi sed no se apaga con el agua. Y no quiero beber el aroma de tu esencia. Quiero escuchar las gotas caer en el claroscuro que genera el aroma de mi destino. Gotas desconocidas, que sin saber donde caerán, aseguran humedad allá donde se disuelvan. Ese sonido... como si fuera un segundo de eterna eternidad, de infinita sobriedad. Se genera ese claroscuro que es difícil de definir, incauto a la naturalidad de su ser. Vaivén de mariposas. Colores manchados de gris. Cada día se produce un claroscuro en el destino del corazón. No sabemos cómo reaccionar. No podemos hablar constantemente de los golpes de la vida. Con la mirada al frente, siguiendo las estelas de las nubes con el rabillo del ojo, los claroscuros que marcan nuestra vida aparecen y desaparecen cuando menos lo esperamos. Igual que una simple luz de Navidad. Claroscuros de los meses que nos quitan horas de luz y nos otorgan momentos de tristeza. Cada día nos ganamos un nuevo destino. Cada día, perdemos una nueva vida.

domingo, 28 de noviembre de 2010

EL OPOSITOR

Llegó a la hora justa. Lo suficientemente temprano como para no tener que esperar demasiado tiempo. Más de veinte aulas repartidas por tres grandes edificios eran las que iban a alojar a los aspirantes a los treinta puestos disponibles. A una media de cien aspirantes por aula, el opositor ya tenía sus cuentas bien hechas. No había estudiado prácticamente nada. Apenas una lectura rápida a las más cuatrocientas páginas de esta primera parte del temario. Un lápiz y el papel de las tasas era lo único que llevaba. Tranquilo, sabiendo que no tenía nada que perder. Buscó su edificio y su aula. La gente se agolpaba en las puertas de las aulas... En cada aula, un listado con los aspirantes. No entendía a aquellos que, sabiendo que están de los últimos, están en primera fila para no perder tiempo al ser llamados. De todas formas, van a llamar por orden, ¿para qué ponerse el primero si te van a llamar el último? No sabía cómo definir a este tipo de gente... empezaron a llamar y a pasar al aula los aspirantes, DNI en mano. El opositor no tardó mucho en entrar. Después de serle verificado el documento por dos personas distintas, el opositor se sentó donde se le indicó. Esperó pacientemente a que leyeran las instrucciones del proceso, a que se repartieran las hojas de respuestas, y por último, a que se le entregara el cuestionario. El examen fue fácil. Sólo tenía que marcar la que más le sonara. Después, transcurridos los primeros veinte minutos, el opositor se percató de que la opositora de delante tenía las respuestas a vista de pájaro. En una décima de segundo, el opositor podía ver la hoja de su contrincante y grabar en su memoria sus últimas cuatro respuestas. Aprovechó esta ventaja cuando quiso. La parte final, prefirió no copiar. Se dio prisa y entregó su papeleta de respuestas.

Es una pena que para treinta plazas, haya dos mil personas luchando. El opositor pensaba que aquello era un negocio, lo mirase por donde lo mirase. 17 euros de las tasas de derecho a examen multiplicado por el número de aspirantes es una pasta. Después, el lucro de las academias. Eso, al opositor, no le importaba. Ni siquiera había estudiado por su cuenta. Pero una media de 90 euros mensuales por alumno que de verdad se estuviera preparando las oposiciones... otro negocio. La suerte es importante. Lo más probable es que el opositor no apruebe. No ha estudiado... pero quizá suene la flauta. Y puede que sea justo. Pues ha trabajado en la administración, y las oposiciones son para eso. Ciertamente, algunos contrincantes ya tenían hasta cara de funcionarios antes de hacer el examen. El sistema es totalmente injusto. Casi todo el mundo que aprueba lo termina admitiendo. Aprenderse todas esas leyes luego no sirve para nada para poder desarrollar sus funciones. ¿Por qué no se sigue un proceso más justo? La crisis afecta a todos los sectores, eso está claro. Pero también es cierto que algunos se hacen de oro aprovechando estas circunstancias. Quizá el opositor sea funcionario, sin mérito alguno. Así es la vida. Aunque con la fama que éstos tienen, quizá preferiría que no le llamaran funcionario en ese tono despectivo que se suele utilizar. Aunque el que lo hace, seguramente sea por la envidia de no ser un funcionario. Y es que, el opositor, tiene todo un estilo de vida, hasta que consigue lo que pretende. Un trabajo para toda la vida sin que nadie le pueda decir nada. Siendo mínimamente inteligente, tienes la vida resuelta una vez aprobadas las oposiciones. Suerte a los opositores.

sábado, 27 de noviembre de 2010

LAS CALLES DE LA MEMORIA

Parece que la tristeza de la lluvia haya inundado nuestras almas. Parece que no tengamos objetivos en nuestras vidas. Andamos en círculo, como las agujas de un reloj. Y otra vuelta, y otra, y otra... quizá mañana consigamos ver el sol. Hoy deambulaba por las calles de la memoria. Sí, aquellas que hacen esquina con la Plaza de la Esperanza. Plaza en la cual nos sentimos bien, esperanzados, como soñando despiertos. Pero al dejar la plaza atrás, llegamos a la Avenida de la Realidad. En el barrio de la Soberbia me detuve a contemplar lo que siempre detesté. Caminé, entonces, lo más rápido posible. Y en el Camino de la Amistad te encontré. Empecé a vislumbrar los rayos del sol, dejándome guiar por tus ánimos. Rápidamente, a lo lejos, vi la Carretera de los Consejos. Los coches, cautos, pasaban por ella llenándola de color. Alcancé el Paseo de los Deseos y me dispuse a atravesarlo mientras pensaba en un futuro mejor. Y al volver la vista atrás, pude verte. Caminabas por el Sendero de la Ilusión. Quien sabe... un día más, y seguimos igual. Podría haber sido peor. Cada lugar del pueblo anclado en mi memoria me transmite una sensación diferente. Es cuestión de saber caminar por los lugares apropiados. Caminante, no hay camino; se hace camino al andar...

viernes, 26 de noviembre de 2010

VIENDO LA VIDA PASAR

Las plantas crecen mientras los muros caen. Inertes. Complacidos por el paso del tiempo. Por haberse mostrado tan fuertes durante tantos años. La vida pasa, y nosotros con ella. Nos lamentamos en demasía de las cosas que podríamos haber hecho. No vivimos el momento. Siempre nos falta tiempo para todo. Incapaces de ver quiénes somos. Tú. Y yo. Y el resto de la gente, está aparte. Pero es difícil de creer. Llegará el momento de la soledad. Sin saber el motivo. Quizá por haber hecho algo bien. O algo mal. O por no hacer nada. Al vecino no le importas. Ni a los que se acercan de vez en cuando. Ni a los que te quieren ver, pero no hacen por donde venir. Formalismos innecesarios. Accedemos, y la vida sigue igual. Dependemos de nosotros. Yo miro en mi, y me veo capaz. Con fortaleza. Con ánimo. Aunque seguramente, necesite compañía. Después de todo, pasará lo que tenga que pasar. Lo demás, no está en nuestras manos. No conocemos el mañana, ni el pasado-mañana, ni el ayer... bueno, ese sí lo conocemos. Pero ya no se puede cambiar. Hazme caso. Ya te lo he dicho muchas veces. Nadie nos va a regalar nada... en fin, como decía, las plantas crecen mientras los muros caen y las personas nos limitamos a ver la vida pasar por delante de nuestros ojos. ¡Qué pena no saber apreciarla!

jueves, 25 de noviembre de 2010

RÍOS DE CRISTAL

Mi libertad se escribe con lápices de papel. Mis lágrimas convergen en tus ríos de cristal, del color del agua del salado mar. La luna, asustada, se esconde. Sólo quiere evitar mirar. Los arroyos se llenan de pétalos charol. Los diamantes no tienen valor. Brillan más las pupilas de tu calor, de tu color, de tu niñez al querer madurar como una flor. Porque todas las flores tienen un nombre. Que tu nombre no tiene dueño. Que el dolor es un afluente que lucha con tu querer. Porque te quiere quien de verdad te quiere tener. Te mira quien no te puede merecer Te olvida quien no te puede ver sufrir. ¿Qué mas te puedo decir? Que mis mejillas son como ríos de cristal que llevan la sal a la orilla del mar, donde no me quiero bañar para no mojar la piel que rodea la sombra de un alma que, por fin, intenta volar. No tengas miedo; si quieres, te puedes bañar, en mis ríos de plata, llenos de hojas inertes, translúcidas, opacos de luz, transparentes. En mi frío río de plata; en mi río de cristal.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

DE LEJOS

En aquella época, de lejos, de muy lejos... en la que la habitación de uno era el reino de los cielos, la música no tenía fecha de caducidad y los sueños no volaban por la ventana... en aquella época, en la que los atardeceres se fundían en un abrazo con la luna mientras el sol se marchaba cabizbajo, tras los tejados de mi calle... en aquella época, de lejos, no teníamos la vida tan complicada como la tenemos ahora. Aquella época es media vida. Con la puerta de la habitación cerrada, y la música a todo volumen, no existía nadie más en el mundo. Aún escucho a mi madre gritando escaleras abajo mi nombre para que me sentara a la mesa o quitara volumen a la guitarra de Knopfler. Qué extraño... siempre era la misma canción. Después, el saxofon inundaba el aire con el último engaño de, seguramente, un ser despreciable. Ni de lejos podemos ser ahora tan felices. Menos consecuentes. Más irresponsables. Necesarios para con los demás. Ni de lejos. Cuando no sabía fotografiar la noche; siempre me salía un negro blanquecino. Sala de estudios, de charlas, de encuentros, de pasión, de música, de entretenimiento. Al final del pasillo. No era difícil encontrarme. En las calles desiertas de mi habitación, con un hueco a la libertad del cristal que separaba el mundo real del mundo imaginario. Es curioso. Aún escucho a mi madre gritarme mientras escucho "Love Over Gold", con ese piano de fondo, esa triste y melancólica voz y esa acusada guitarra. Justo cuando la batería entra con fuerza y se hace el silencio... En ese momento, casi a los tres minutos de canción menos 15 segundos, antes de escuchar "Love Over Gold"... mi madre me llama. Lo podéis comprobar vosotros mismos. Y esta canción siempre será aquella en la que escuchaba a mi madre llamarme para que bajara volumen a la música o para que fuera a la mesa a comer. Siempre lo será.

http://www.youtube.com/watch?v=DyEEOxDTCRM

lunes, 22 de noviembre de 2010

POR LOS CUERNOS

Ese es el problema. Que muchas veces, no sabemos coger al toro por los cuernos. Por mucho que nos empeñemos. Pero es que tampoco se molestan en enseñarnos a cómo realizar esta complicada misión, y al final, pasa lo que pasa. La pelota rebota de tejado en tejado, y se queda en el balcón del más débil. Hay quien no se rinde nunca, por mucho que se le digan las cosas por activa o por pasiva... en este caso, siempre por pasiva. Pero aún así, debería de mostrar la más mínima inteligencia como para entender que ya no es necesaria, ni su persona, ni su actitud, ni su manera de actuar. Que no. Que no se trata de heredar, de preocuparse por lo que has dejado atrás, de hacerte notar, de querer ser poco menos que imprescindible. Cuando a uno le llega la hora, debe de saber reconocerlo. Eso es algo que valoro mucho en la gente. Pasó tu momento. Sea bueno, regular o malo. Simplemente, pasó. Acéptalo y vive el resto del tiempo sin mirar atrás. De lo contrario, serás siempre como una babosa... dejando rastro por donde pasas. Y a mi, la verdad, me da un poco de repelús...

domingo, 21 de noviembre de 2010

RECUERDOS DE LA INFANCIA

Dicen que los peces no tienen memoria. De qué sirve tener mejor memoria que ellos, si no te acuerdas de lo realmente importante. Nadie sabe cuánto es capaz de recordar. El 99% de lo que una persona memoriza cuando estudia unas oposiciones se olvida al conseguir el trabajo deseado. Si la memoria de los peces dura diez segundos, la de los humanos también tiene fecha de caducidad. También dicen que no hay nada más triste que una persona sin recuerdos... quizá sea la más afortunada, al olvidar lo innecesario y tener la oportunidad de volver a vivir lo necesario. En realidad, sí que recuerdo cosas de la infancia. Seguramente, llamemos tiempos olvidados a todo aquello que anhelamos volver a vivir y no podemos. Pero en el fondo, nos queda algún lejano recuerdo. Hoy desnudo la inocencia de mi infancia, en una de las pocas fotografías que mis padres conservan de mi. No, no he salido a mis padres en lo que a gustos fotográficos se refiere. También es cierto que son otros tiempos. Eso ahora no importa. Lo que me pregunto es qué estaba un servidor tramando en ese momento, con la mirada ligeramente hacia abajo, vestido de gitanillo, una sonrisa maliciosa y una postura que me da pie a pensar que empezaba a transformarse en travesura. Esos tiempos, esos, precisamente, en los que no hacemos nada realmente importante, pero que es donde reside la verdadera felicidad de un niño, son los que nos recuerdan que no nos diferenciamos tanto de los peces. Y entonces uno desea no haber crecido nunca jamás... pero eso sólo ocurre en los cuentos.

sábado, 20 de noviembre de 2010

RAYOS DE SOL

Tus ojos cristalinos se convirtieron en mi sombra eterna. Caminé por la carretera del olvido, tratando de encontrar la pasión perdida. Te busqué. Te volví a buscar. Y te encontré donde tú no querías. O dónde yo no esperaba. El papel que dobla las esquinas de tu cuerpo se ha vuelto del color de los rayos del sol. Siempre valientes, asoman por tus ventanas, por las cristaleras de las iglesias, por las ramas de los árboles, por entre las nubes que parecen querer derramar gotas de sangre aguada. La belleza está en el interior. La fachada está expuesta a todo tipo de erosión. Es inevitable. Igual que las personas. Tus lágrimas forman parte de la fachada. La de atrás, que siempre es más falsa. Por algún lado, los rayos del sol deben entrar al interior, para mostrar la verdadera belleza, la natural. Y entonces aprenderé a caminar por esas escaleras de luz, las escalaré como si supiera volar en el interior de tus deseos, en la fuerza de tus encantos. Esa es la luz de la vida. Por eso te encontré. Porque en el interior, no existe la sombra artificial y temporal del sol, que lo único que quiere es nublarnos la vista.

viernes, 19 de noviembre de 2010

LEY Y FOTOGRAFÍA

Volviendo, una vez más, al pasado, me decido a ir rescatando fotografías ilustres que formaron parte de, quizá, el mejor trabajo que tuve por los muchos que he pasado. El 17 de Mayo de 2003 pasaba por el Teatro Cervantes de Linares la Ópera Carmina Burana. Un espectáculo impresionante que, por pertenecer un servidor a la prensa, podía disfrutar sin gastarme ni un euro. Eso sí, había que hacer buenas fotografías, que luego el jefe te podía buscar las cosquilas... Casi todos los eventos culturales de la ciudad, al menos, de gran magnitud, pasaban (y lo siguen haciendo) por dicho Teatro, al cual, la verdad sea dicha, le tengo un especial cariño. Me he estado informando sobre las fotografías y las leyes, pues no quiero tener problema, y básicamente, se pueden sacar tres conclusiones:
1. No me pueden obligar a borrar mi tarjeta con las fotografías realizadas, pues las imágenes son propiedad intelectual del autor.
2. Puedo realizar fotografías desde cualquier lugar público siempre y cuando no sean con fines comerciales.
3. Para el uso comercial de cualquier fotografía en la aparezca o se reconozca algún personaje anónimo o propiedad privada, necesito el consentimiento por escrito del individio o propietario.
Así que ya lo sabéis, fotografiad todo lo que podáis. Sólo nos queda vencer la timidez.
Y ahora que lo pienso, el 17 de mayo, unos años después, volvería a ser una fecha muy importante en mi vida. Y lo sigue siendo.

jueves, 18 de noviembre de 2010

UN RENCOR A CORTO PLAZO

Hace unos días me tacharon de rencoroso. Sin maldad. Pero cuando considero que algo no es verdad, me duele. Después reflexioné, y me quedé con esa sensación extraña de que posiblemente tuvieran algo de razón. Una especie de "rencor a corto plazo". Nadie está libre de defectos, y yo el primero. Nunca he guardado rencor por nada y a nadie. La gente que me conoce lo puede decir; digamos que tengo otras cosas más importantes que memorizar que aquellas que, por algún motivo, me han hecho daño y las recuerdo durante años hasta que me tomo mi venganza. No sirve de nada ser rencoroso, y mi memoria la utilizo para otras cosas. Pero a corto plazo, posiblemente, sea algo rencoroso, quizá como mecanismo de autodefensa. Me molesta enormemente ser condencesdiente, poner la otra mejilla, pecar de bondad... o como lo queráis llamar, y que cuando un día no hagas lo que se espera, lo habitual, lo que siempre has hecho, te tachen de alguna cualidad que para nada va contigo. No soy rencoroso; a corto plazo, es posible. Pero por pura cabezonería. Encima de que haces algo que no debes, si lo haces mal, o no lo haces, o lo haces a regañadientes, te llamarán rencoroso. Menos mal que no me creo todo lo que me dicen. Si en verdad fuera rencoroso, mi vida sería totalmente distinta a como es. Las personas que me conocen creo que podrían dar fe... Os recomiendo que visitéis el Paseo de los Tristes, en Granada. Un lugar donde los rencores no existen.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

TODOS TENEMOS UNA EX...

...o un ex, dependiendo de nuestro género. Y no me refiero a una pareja; puede ser un ex-amigo; una ex-cámara de fotos; una ex-casa o un ex-lugar dónde nos gustaba estar. No voy a hablar mal de nadie ni a juzgar tiempos mejores. Estaba viendo fotos del pasado y aparecieron las del periódico. Aquél periódico regional en el que trabajaba los fines de semana para sustituir al titular. Esto fue por el 2002, a los 27 casi, cuando regresé de Madrid. Y me vino a la cabeza una muchacha, mi ex, que dio muchas vueltas hasta que lo fue. Coincidimos con 15 años, en segundo de BUP, y apenas nos mirábamos. Después no volví a saber de ella. A los 25 me fui a Madrid. Y un amigo, cierto día, me dijo que estaba saliendo con una muchacha de la ciudad, pero que vivía en Logroño. De no hablarnos apenas en el instituto (cada uno tenía su mundo), a ser íntimos 10 años después. El problema es que estaba casada... ¡qué fuerte! Y se quería separar. Y luego se ¿enamoró? de mi. Aunque a mi no atraía demasiado... pero supo engancharme. Antes de que eso ocurriera, me consiguió el trabajo este que comentaba de fotógrafo. Eso sí se lo tengo que agradecer. Después me dijo que me quería mucho, pero como amigo... una vez que me tenía enganchado. Y se fue a Córdoba. Entre los 25 a los 30 años, pasó de ser una desconocida a una gran amiga, para después salir cuatro meses, pelearnos, estar unos meses sin hablarnos y vuelta a empezar. A los 30 me puse novio y quería seguir siendo la mejor amiga mía... y de mi novia. a las 32 me cansé. Al igual que creo que se cansan todos los que la conocen. Al menos, es lo que a mis oidos ha llegado. Y desde entonces, dejé de contestarle mensajes y/o llamadas. A los 34 captó la indirecta y tengo casi 36... le ha costado entenderlo, la verdad. En fin, sólo quería explicar mis comienzos en la fotografía, y lo que me gusta fotografiar eventos deportivos. Es donde la gente muestra sus verdaderas expresiones, en esos instantes de tensión. Lo dejaremos para otro día. Porque todo lo ex- da para mucho, ¿no?

martes, 16 de noviembre de 2010

EL ABRAZO DE TUS BESOS

La mayor de las distancias es la ausencia de palabras. Y a veces, existe un rencor a corto plazo en las mismas. Aunque ese es otro tema. Siempre fui demasiado tímido para el beso, demasiado vergonzoso para el abrazo. Digamos que la palabra cauto siempre está presente en mi cabeza. Y eso hace que me muestre como soy. Hay personas que sólo valoran los besos. Craso error. Un beso obligado, por comprimiso o que no viene al caso no significa nada. Solo la incomodidad de tener que hacer algo que en ese caso no es para nada necesario. De pequeño, tartamudeaba cuando le hablaba a una chica que me gustaba. Jamás jugué a juegos de "adultos" de dar besos o tener contactos físicos, por pequeños que fueran, con ellas. Siempre ganaba la timidez. Conforme fui creciendo, el rubor se adueñaba de mi rostro y las palabras apenas me salían, los nervios se apoderaban de mi cuando un chica me decía algo. Me costó mucho vencer esto... si es que lo he vencido ya. De pequeño, cuando mi padre cumplía años, lo pasaba realmente mal. Esa mañana me hacía el "remolón" y procuraba que pasara el tiempo para que mi padre fuera olvidando la importancia de ese día. Ha habido años, no recuerdo la edad, que tras conseguir (sí, sí, conseguir con verdadero esfuerzo) decir "felicidades" he dado media vuelta ipso facto y he entrado al baño a secarme las lágrimas antes de que me las vieran caer. No es que no haya querido felicitar, es que muchos años, no he podido... qué queréis que os diga; cada uno expresa su timidez como el subsconsciente quiere. Los abrazos tampoco formaron parte de mi vida. Ese cariño que un abrazo otorga, ese bienestar, apenas lo he conocido. Hoy día, para mi un abrazo significa ánimo, apoyo y consuelo. Cuando abrazo a alguien no sé cuánto tiempo estar ahí, dejando pasar los segundos, quien debe dejar de abrazar... Valoro mucho un beso y un abrazo. Quizá por eso me cueste darlos. Me puedo seguir poniendo "colorado" si una chica que me gusta me besa a modo de saludo, si recibo un abrazo afectuoso y sincero porque en realidad lo necesite, si recibo un halago y sé que quizá lo merezca... el ponerse colorado siempre ha formado parte de mi vida, y lo seguirá siendo mientras exista. Ya sé que besar y abrazar es gratis... pero para mi, el dinero no es lo más importante de esta vida. Un abrazo para vuestros besos.

lunes, 15 de noviembre de 2010

ANNE, LA FOTÓGRAFA

Aquél día, cuando arrancaron el coche y comenzaron el viaje, el cielo amenazaba lluvia. La orografía del camino facilitaba las cosas para ser testigos de una buena tormenta.
- Tengo miedo - dijo Anne.
- No te preocupes, me sé la carretera de memoria - contestó su amigo.
Anne sabía que sería poco más de una hora lo que tardarían en llegar a su destino. Aún así, se mostró pesimista. Quizá se sentiría más segura si fuera conduciendo ella. Aún así, le apetecía sentarse en el lugar del copiloto.
- Deberías de coger la cámara de fotos y tranquilizarte. Este tiempo es propicio para obtener una buena fotografía - insistía su amigo en un intento de calmarla.
A los cinco minutos empezaron a caer las primeras gotas. El cielo pintaba gris tormenta, y el tráfico no era demasiado fluido. Deberían de haber salido antes. Anne iba cámara en mano, mirando por el objetivo cada siete segundos.
- Los cristales me hacen un efecto extraño - llegó a susurrar casi sin pensarlo.
- Cuanto más zoom uses, menos se notarán. Serán casi imperceptibles. Enfoca al infinito y verás.
Anne comenzó a disparar. Quería fotografiar la lluvia, pero le resultaba difícil. Tenía la sensación de que, una vez hechas ocho o diez fotos, el resto eran idénticas. Durante quince minutos, la lluvia fue intensa. Pero el sol comenzaba a intuirse entre las nubes. Los rayos querían indicar el camino. El agua dejó de caer al entrar en un túnel de apenas cuatrocientos metros... y no volvió a golpear el coche. Las nubes dejaban entrever el cielo azul. Un bonito paisaje iba apareciendo, aunque a lo lejos, según el ángulo de visión, se veía el gris de la lluvia dispersa en algunas zonas del paisaje... y de pronto ocurrió. Comenzaba a dibujarse un doble arcoiris, suave a lo lejos, intenso en un gran primer plano. La paz llegó a Anne, se relajó y disparó tantas fotos como pudo. Vio formarse al arco iris, y lo vio desintegrarse. Pero su cámara supo captar el momento. Una sonrisa pícara impedía ocultar si momento de felicidad.
- Todo es cuestión de tener paciencia. La imagen estaba ahí. Únicamente supimos estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado.
- ¿Y si no hubiera tenido la cámara? - Preguntó Anne - ¿Y si hubiéramos iniciado el viaje antes, o después, o hubiéramos ido más despacio?
- Fácil: la fotografía la hubiera hecho otra persona - Le dijo su amigo, mirando al horizonte mientras escrutaba de nuevo el cielo para comprobar que ya no habría más lluvia ni arco iris aquella tarde de primavera... Es más importante estar que saber.

Con cariño para Anne. Que la he visto desanimada...

domingo, 14 de noviembre de 2010

EN EL MAR DE MI CORAZÓN

Mi corazón no posee mar alguno; si acaso cierto oleaje débil y temeroso, con miedo a salpicar las ofrendas de tus labios. Cada día que pasa estoy más lejos del mar. Más cerca del final. Es difícil de creer, que tres letras formen una palabra tan grande. Viví en tierra de pocos mares, crecí lejos de la grandiosidad del gran azul. Ni me interesó jamás. No quise, o quizá ni pude, aprender a nadar. Tampoco me gusta la playa. Al menos, el concepto de playa que entiendo tiene la mayoría de la gente. Estar diez horas sin hacer nada. No creo que el mar exista para robarnos tanto tiempo. El mar nos quita otras cosas, como el miedo a pasear con el agua mojándonos los tobillos. El mar nos regala su sonido. Hoy quise hablar del mar porque alguien me lo sugirió. Inconscientemente. Pero me lo sugirió. Me encanta el mar. Fotografiar el mar, sus olas y movimientos, su fina brisa que te roza amenazante, invitándote a disfrutar de él. He estado una hora, descalzo, de pie, en la arena de una playa, son moverme, mirando el mar. Y ha sido casi de lo mejor que he hecho en esta vida. No tengo mar, marinero, tengo la pena guardada en cualquier parte de mi cuerpo que cuando decide ir al mar, no sabe como llorar por aquello que nunca supo apreciar. Es el mar de mi corazón. No conozco otro mejor.

sábado, 13 de noviembre de 2010

ALMA DE ESCRITOR

Tus ojos sirven para mirar. Sin embargo, me miras con el corazón. Tus oídos te ayudan a escuchar. Y me escuchas con la razón. No tengo alas y a veces... puedo volar. Camino cuando mis pies no quieren caminar. Te sueño en aquel lugar en que nunca hemos estado. Nunca mi amor la mentira puede negar, ni a contracorriente, intentar nadar. Porque la orilla no está en alta mar, y mis aletas las quisiste cortar. Contigo, las nubes pude tocar. La luna se negó a mirar cuando el sol quiso susurrar tu nombre. Supiste abrir con la llave de mi ser la puerta de la vanidad. Por la ventana se escapa el viento que, una vez libre, pierde su libertad. Existen lugares eternos donde el tiempo corre, sin parar, sin pensar en nadie. Narciso. Sólo se quiere a sí mismo. Jamás permitas a tu belleza naufragar. Se puede ahogar en cada suspiro que me quitas, para así poder respirar. Pero ahora que recuerdo... nadie se ahoga en el agua de tu querer. Quizá no posea un alma pura de escritor. Pero siguiendo tu camino, llegué a un lugar todavía por inventar, de casas blancas y ventanas y balcones azules. Un lugar que no existe para quien no ha estado allí. Mientras no hayamos tenido constancia de algo, seguramente, estará por inventar. Que nuestro fuego, aún está por apagar. Y si uno no quiere, el otro no puede. Por mucho que soples...

jueves, 11 de noviembre de 2010

AMORES PROHIBIDOS

Mundos prohibidos, imaginarios, llenos de amor y de pasión. La libertad de nuestros temores se trasnforma en el amor verdadero del cual podemos disfrutar hoy día... y parece que fue siempre así. Pero nada más lejos de la realidad. En la breve historia de la humanidad, casi todos los matrimonios eran por conveniencia, porque interesaban a los padres. Los hijos eran moneda de cambio para satisfacer los intereses de éstos. Y yo me pregunto: ¿De verdad ha cambiado esto en el actual siglo XXI? No lo tengo yo muy claro... Aún se pueden encontrar culturas y civilizaciones donde el amor está fuera de ellas, el amor está prohibido y el único cariño que existe es el material o el existencial. Y es una verdadera lástima. No poder elegir con quien vivir, a quien querer, a quien apreciar, bien sea por sexo, edad, religión, raza... me parece una auténtica aberración. No es que esté lanzando hoy al aire este pensamiento, dejándolo volar libre por el aire, por algún motivo especial. Simplemente me acordé de la historia, esa que conocemos por los libros, por el cine, por la televisión... y puesto que hoy el día ha sido duro de trabajo pero al final ha habido un final feliz, únicamente quería compartir lo realmente importante de este post: que lo más hermoso que tiene el ser humano es querer a sus semejantes, y no puede ni debe ser jamás secuestrado por el fanatismo de los incogruentes.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

DON MANUEL

Hacía tiempo que no me llamaban así. Hoy me lo han dicho tantas veces, que hasta me ha hecho gracia. Resulta que me ha llamado por teléfono una señorita muy amable intentándome vender no se qué póliza de seguro de una empresa que yo pensaba que era eléctrica, pero que por lo visto, ofrece muchos más servicios. Yo estaba con el teléfono en una oreja y la música en la otra, mientras leía en la pantalla con cierta concentración sobre el trabajo que estoy realizando. Aparte de que deberían revisar sus ficheros, pues me dijo la dirección postal de hace cinco años, esta plaga (entiendo que tengan que trabajar...) te regala todo, gratis no sé cuánto tiempo, y si no te gusta, lo puedes devolver y no pasa absolutamente nada... creo que ya no me creo estas cosas... el caso es que la señorita estaba ahí todo el rato que si Don Manuel, esto... Don Manuel, lo otro... Don Manuel, sin compromiso..., Don Manuel, Don Manuel...

Y me vino a la memoria un profesor que tuve allá por mis años mozos de instituto, llamado Don Francisco, de mote "El Chulo". No era temido por sus explicaciones, que por cierto, debo añadir que seguramente haya sido el mejor profesor de matemáticas que he tenido, si no por sus temibles actos y comportamientos en dichas clases. El primer día llegaba con su sonado y voluntario gesto de respirar lo más fuerte posible; como si siempre se le estuviera cayendo el moquillo, y él venga moquillo para arriba... seguidamente, movía la lengua por toda la boca haciendo que diera tres o cuatro vueltas por dentro de la misma, sacando brillo a sus dientes. Se quedaba fíjamente mirando la clase; todos acongojados porque no sabíamos cuál iba a ser su siguiente paso, y de pronto... cogía la tiza rápidamente y se ponía a explicar de una manera como diciendo: "voy sobrao...". Después miraba con soberbia y decía el nombre de su víctima para que saliera a la pizarra... si lo hacías mal, lo mejor que te podía pasar era que fueras humillado. "El Chulo" cerraba ventanas con fuerza, se paseaba por el pasillo central del aula y tenía un aire de superioridad enorme. Añadía siempre el Don o la Doña delante de nuestros nombres y te metía un miedo como pocos profesores sabían hacerlo. Cierto día, se me quedó mirando fíjamente la pasta delantera de mi carpeta, y tras unos segundos eternos y una sonrisa pícara, le dijo a toda la clase: "Dair estris, el grupo de Don Manuel..." en alusión a la pegatina que mi carpeta lucía. Y como una bala , recorrió el pasillo central del aula y se puso a explicar quedándose tan ancho. No he conocido a nadie tan chulo como "El Chulo"...

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